sábado, 5 de enero de 2008


URUGUAY

La extensión del Plan Cóndor aun está por conocerse

A comienzos de la década de los 90 un abogado paraguayo, descubre en Asunción varias carpetas de documentos oficiales secretos. Constituyen la prueba de la existencia de una coordinación entre los gobiernos militares sudamericanos para perseguir a opositores. La revelación avala las denuncias que durante años habían formulado familiares de desaparecidos en la región.

El capitulo destinado a Uruguay de la serie Voces de América describe el largo camino que familiares de desaparecidos y organizaciones de derechos humanos recorrieron hasta que el hallazgo de documentos oficiales probó fehacientemente la “existencia” del Plan Cóndor y sus consecuencias.

Uruguay es un claro ejemplo de la coordinación entre militares durante las dictaduras en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y ese país. Mientras unos 32 uruguayos desaparecieron en territorio nacional, casi 200 fueron secuestrados en otros países. Uruguay no solo coordinó la persecución de opositores propios sino también de ajenos. Militares y policías uruguayos, encubiertos por nombres y documentos falsos, incursionaban en Argentina, Paraguay, Brasil siguiendo la pista de ciudadanos uruguayos y de otras nacionalidades.

Numerosos secuestros extorsivos, con fines de lucro en dinero, se realizaron en otros países. Los represores habían comprendido que podían sacar jugosas ganancias de la cacería en la región. Atrapar una persona permitía quedarse con su casa, sus muebles, sus ahorros y eventualmente hasta vender a sus hijos...

“Nadie rinde cuentas, nadie brinda explicaciones. Cada crimen es una dolorosa incertidumbre para los seres cercanos a la víctima y también una advertencia para todos los demás. El terrorismo de estado se propone paralizar a la población por el miedo” escribía E.Galeano en el epilogo de “Las venas abiertas...” del año 1978.

En 1986, a un año de la salida de la dictadura, una ley prohibió juzgar y castigar a los militares y policías acusados de violar derechos humanos entre 1973 y 1985. Sin embargo la verdad ha ido tomando cuerpo a lo largo de décadas, de la mano y en la voz de familiares y amigos de las víctimas. Fue fundamentalmente a través de su incesante búsqueda de los niños desaparecidos que las denuncias sobre la macabra coordinación se volvieron irrefutables. Años armando rompecabezas permitieron recuperar algunas de las criaturas robadas y entregadas, en muchos casos vendidas, a familias vinculadas con la represión.
Desde su asunción el gobierno del Frente Amplio inició la búsqueda de tumbas, tal como ya se venía haciendo en los otros países. En terreno militar fueron hallados los cadáveres de dos desaparecidos. Desde Argentina y Chile se repatriaron los restos de varios uruguayos. Las imágenes desoladoras de los huesos de los asesinados interpelaron a la sociedad. Entonces, sobre todo los más jóvenes preguntaron:

“¿De quiénes son esos restos?”
“¿Qué sucedió en dictadura?”

Últimamente algunos policías y militares han sido procesados por la Justicia Civil, así como el jefe civil de la dictadura.

¿Cuánto falta saber sobre el Plan Cóndor?